El origen mítico de las olimpiadas está ligado a Heracles. La destreza de los héroes plenos de méritos, agobiados por la tenacidad de las pruebas. Los héroes con los cuerpos desgajados del dolor pero victoriosos en la gloria de las pequeñas batallas. Las olimpiadas son la celebración del cuerpo como la más digna escultura de … Sigue leyendo La sexualización: del cuerpo estético al rapto de la belleza
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La memoria como rebeldía
Eran los tiempos de los emperadores romanos. El senado convocaba un cónclave para determinar el estado de valor que poseía el gobierno de un emperador fallecido. Si las obras del gobernante eran celebradas como dignas, el emperador era elevado a la categoría de un dios. Este procedimiento se conocía como apoteosis. Si ocurría que las … Sigue leyendo La memoria como rebeldía
¿Dormirán cómodos los ángeles en la mano de María? (Primera parte)
–Final Breviario para las huellas de María Primero fue el viejo olor a resina. Después la mujer. Luego el temblor de mandolina nacido en un reloj de pared. Después la sala. Después los muebles cansados y angustiados por los años. Luego el olor del café que ha sido sembrado en el suroeste antioqueño. Estaba el … Sigue leyendo ¿Dormirán cómodos los ángeles en la mano de María? (Primera parte)
Alguien te llama, José
Querida Susana, Ciertamente deberías tener algo de culpa. Es por ti que en todas las noches de noviembre vuelven a mi memoria los días en que jugábamos en el lago. Afuera, la ciudad se niega a caer en el silencio; adentro tomo un vaso de cerveza con ron. Me persigo en el espejo: los ojos … Sigue leyendo Alguien te llama, José
La felicidad o el propósito: la autorrealización en tiempos de los espejismos
La única forma de hallar autorrealización después de la crisis moderna es prescindir de la satisfacción como objetivo vital. Perseguir la felicidad luego de la fragmentación del individuo, luego de la instauración de la idea de bienestar como mecanismo de control, del cambio de la ética por las finanzas para valorar el sentido de lo … Sigue leyendo La felicidad o el propósito: la autorrealización en tiempos de los espejismos
Astucias de un colibrí
En la tarde llevabas el olor a musgo húmedo: era todo el ropaje. Entonces cosechabas los pájaros en el cielo que sembrabas con el canto, y estaba preparada en mi mano la flor que restauraría tus labios. Estaba mi dedo dibujando atardeceres en tu espalda Estaba mi dedo pulsando en tus muslos las melodías mansas … Sigue leyendo Astucias de un colibrí
El comprador
Puede usted, señor Gabriel, decirme que estoy perdido. Es verdad que el puente no me alcanza como techo y que los grillos no resuelven una dieta balanceada. Es verdad, señor Gabriel. Aún así no debo pagar por las estrellas de arriba que parecen migas de un panadero descuidado, ni por las de abajo que parecen … Sigue leyendo El comprador
Tres poemas del destierro
Los tres poemas que nos presenta el autor hablan del desarraigo producido por la violencia en el contexto del Conflicto armado Colombiano. Llevan los matices del desencanto y el abatimiento propios de las guerras que nadie gana.
En la otra orilla y en un sueño. Viaje personal en las manos del Yagé
"Yo soy amigos el viajero sin finLas alas de la enorme aventuraBatían entre inviernos y veranosMirad cómo suben estrellas en mi almaDesde que he expulsado las serpientes del tiempo oscurecido ¿Cómo podremos entendernos?Heme aquí de regreso de donde no se vuele" Vicente Huidobro Es bueno despedirse “Puedo quedarme en este lugar parecido a la nostalgia. … Sigue leyendo En la otra orilla y en un sueño. Viaje personal en las manos del Yagé
La canción que no duerme en las manos
Por Julián Acosta Gómez y Salomé Soto Alzan las manos como si llevaran los ojos en la punta de los dedos. Las bandas se suceden y los puños se concentran en los bramidos de las guitarras que cierran la noche. Las palmas extendidas parecen mantos que abrazan la música. Y la mano cornuda se levanta. … Sigue leyendo La canción que no duerme en las manos
Masacre o de cómo se grita desde las esquinas del infierno
I Usted podrá ocultar la mirada bajo sus manos, entre los surcos de sus manos: aún así la imagen, sin que usted la hubiese visto le ha de perseguir, es el destino de todo colombiano. Usted podrá negar tres veces bajo el canto del gallo a la patria que le tocó en suerte; aún así, … Sigue leyendo Masacre o de cómo se grita desde las esquinas del infierno
EI club de la resistencia
I El cielo estaba acosado por hendiduras de fuego que se ramificaban como las venas en las manos. Arriba, la noche era moldeada bajo un riguroso martillo; abajo la tierra bramaba cuando los saltos de todos se unieron en un solo baile. “La lluvia es una chica sin sentido del humor”, cantan Los PetitFellas. Esta … Sigue leyendo EI club de la resistencia
Carta a un burlador
Una voz como de piedra, ahogada y sin eco, me sacó de mi letargo en aquella tarde del año 2014. Yo me encontraba en el café de El Instituto de Cultura seducido por el olor primaveral del jardín y por las muchedumbres que se agolpaban en torno a El Gesto Noble. La voz zigzagueaba en … Sigue leyendo Carta a un burlador
Las soledades: Historia de un prostíbulo
Para los forasteros que llegaban sin amor, convirtieron la calle de las cariñosas matronas de Francia en un pueblo más extenso que el otro, y un miércoles de gloria llevaron un tren cargado de putas inverosímiles, hembras babilónicas adiestradas en recursos inmemoriales, y provistas de toda clase de ungüentos y dispositivos para estimular a los … Sigue leyendo Las soledades: Historia de un prostíbulo
Segundo advenimiento
¿Cuando me atrape el canto de La Oculta quién tomará mis manos?¿Si el veneno no endureció la palabra y las redes de los pescadores rebosan con mis despojos?Ahora traigo en los ojos la luna de las montañas que dormitaba en los cucuyos la luna de las montañas que llamaba las aguas hastaengordar los lagos. Traigo … Sigue leyendo Segundo advenimiento
El cantante y la guitarra
La despedida (1) Abrió los ojos y el público seguía allí. Había transcurrido poco tiempo desde que lo anunciaron. Los espectadores se entretenían en conversaciones para colmar la inutilidad del tiempo destinado a la espera y no atinaron a descifrar de cuál esquina del recinto surgió el hombre que la noche aguardaba. Atravesó el patio … Sigue leyendo El cantante y la guitarra
Margarita o el silencio de las flores
Los hombres no tienen destino puesto que el mundo no tiene astros. Antígona o la elección, Marguerite Yourcenar. Margarita arañaba la banca y el sonido estridente copaba los espacios vacíos de la tarde. Yo había abandonado mi oficina para que el cigarrillo fuera una metáfora del mundo sereno. Margarita arañaba la banca y disponía miradas … Sigue leyendo Margarita o el silencio de las flores
No pongo los codos en la mesa
Andrea Ávila se mueve en el escenario como si deambulara en carbón encendido. Su vientre se dobla en espasmos feroces y adelanta los hombros para golpear el viento que le huye. Arquea la espalda y la ira le inunda el cuerpo. De sus labios, la sangre. Dos líneas finísimas caminan por las comisuras de sus … Sigue leyendo No pongo los codos en la mesa
El resplandor y las sombras (tercera parte)
Querido lector, para acceder a las dos partes anteriores de El resplandor y las sombras, ingrese a los siguientes enlaces:–Primera parte.–Segunda parte. Una temporada en el infierno A Celeni Castaño y Danilo Garcés, con mi gratitud. Han transcurrido tres meses desde la noche en que visité a Lía por primera vez. El restaurante ha sido … Sigue leyendo El resplandor y las sombras (tercera parte)
El resplandor y las sombras (segunda parte)
Quitarse las pieles Las desmesuradas calles de Medellín se extendían como serpientes infinitas sobre los ojos de Lía: matriculada en la Escuela Popular de Artes (EPA), el teatro fue la elección, su cuerpo sería el culto a la metamorfosis, su rostro sería muchos rostros pero nunca el de la niña que había dejado sepultada entre … Sigue leyendo El resplandor y las sombras (segunda parte)
El resplandor y las sombras (primera parte)
Aclaración Los nombres de personas inmersos en la siguiente pieza han sido modificados por petición de los personajes. Por lo demás, los acontecimientos aquí narrados son verídicos. Justo ahora recuerdo las bellas palabras que Jorge Luis Borges le dedicó a su madre en el prólogo de sus obras completas publicadas por Emecé: “Quiero dejar escrita … Sigue leyendo El resplandor y las sombras (primera parte)