Querida Susana, Ciertamente deberías tener algo de culpa. Es por ti que en todas las noches de noviembre vuelven a mi memoria los días en que jugábamos en el lago. Afuera, la ciudad se niega a caer en el silencio; adentro tomo un vaso de cerveza con ron. Me persigo en el espejo: los ojos … Sigue leyendo Alguien te llama, José