Por Daniel Santa Isaza Sólo el perfume del árbol de cedrón y sus escuálidas, diminutas ramas, mantenían el ánimo de Ernesto cuando penetró tras el pongo, tras su padre, en el tercer patio de la casa de “El Viejo”. Un olor a muladar se había esparcido en el ámbito, pero el cítrico aroma del árbol, … Sigue leyendo El canto de las piedras en Los ríos profundos de José María Arguedas