Texto: Sara Tatiana Quintero Jiménez
Voces del paisaje sonoro: María Valentina Buitrago Aristizábal, Ana María Quintero Jiménez, Leidy González Alzate, Manuela Giraldo Soto, Salomé Soto Arcila, María José Betancur Quintero,Sara Tatiana Quintero Jiménez.
En esta entrada, la autora expone sus impresiones de la obra Whomyn homenaje esculpido a las mujeres del mundo de Compagnie Andrayas–Mamafele de Suiza. Las imágenes compuestas por Sara, son llevadas al plano teatral sonoro por un grupo de actrices seleccionadas por la autora.
La música insufla movimiento, los elementos cobran vida. Trasmutar: soy la niña de India, de Afganistán, de Francia, de América. A los ocho años sé con quién me casaré, a los doce tendré que irme. Migrar, recorrer el desierto, cruzar el mar: guerra, desigualdad, persecución, censura, abuso. Vamos en bandada, ¡una ola! Naufragamos, nos devora la masa líquida de discursos. Nací en el campo, el destino me empuja a las parcelaciones: no mirar atrás, no ir a la escuela. Parir. Parir soledad, angustia. Insufrible el tiempo va calando callos, duros montículos de polvo y de silencio, cementerio de aspiraciones, cruz de la esperanza.
Markus camina por la sala, todas estamos inmóviles. ¿A quién escogerá primero? Una máscara lo posee, Occidente se agita. Su cara está moldeada por noches enteras sin dormir, va a la oficina, regresa a casa. Un teléfono, un teclear. Va a la oficina, regresa a casa. El niño llora mientras lo bañan. Va a la oficina, regresa a casa. El jefe le habla, ella mira, responde, teclea, contesta. Va a la oficina, regresa a casa. El niño llora, el teléfono suena. Va a la oficina, regresa a casa. El teléfono rompe el tímpano y el sonido se siente en el tacto. Va a la oficina, regresa a casa. Coge el teléfono, agarra el niño; baña el primero, cuelga el segundo. Va a la oficina, regresa a casa. ¿Qué es la muerte, sino un estado total de inconsciencia? Ir a la oficina, volver a casa hasta que lo uno y lo otro dejan de existir.
Una tela: coser. Baila para mí, me dicen. Yo estoy cansada, tengo sed. Hilar la Historia es como reunir un rebaño fugitivo: salta de aquí para allá en hechos incongruentes. La paz, ¿qué paz? Lo único que hay en mí es ruido, desesperación. Baila para mí, me dicen. Y yo bailo, bailo porque he tenido que hacerlo. Es mi papel, me toca. Sí, me tocan, suben por mi tronco y agarran mis senos. Mi esposo: córtame el cabello, no quiero llevar a cuestas la muerte. Ser mujer, ¿qué significa?