Por Daniela Rico
Poema realizado bajo las premisas visuales de la obra Whomyn homenaje esculpido a las mujeres del mundo de Compagnie Andrayas–Mamafele de Suiza.
La mujer del cuerno nos mira.
Tu rostro, va en el mío y el mío en el de ella.
Hay más mujeres en el círculo, observando.
Tú eres Irma, yo soy Fátima y todas, la mujer del cuerno.
Tú trabajas y yo cuido a tu hijo, ambas gritamos y nos desvanecemos en el piso.
Ellas viven la tradición de la India, de la guerra de Afganistán, de Paraguay.
Tú vives un poco de cada una y yo otro poco. Las acompaño y me acompañan.
Yo decido y quiero que tú también decidas,
la mujer que nos observa lo hizo,
alzó su voz y luchó hasta su muerte.
Tú eres como ella,
Tú eres hija de la tierra, de la misma tierra que me sobrecoge.
Tu vida no es trabajo, ni procrear, no es satisfacer.
Tu vida es fuego y medicina.
No hay por qué sobrecargar tu sostén.
La mujer del cuerno nos mira.
Tu rostro va en el mío y el mío en el de ella.
Nota. La imagen fue tomada de Andrayas.com. Todos los derechos reservados a David Wagnières